El centro es de todos

Es muy común escuchar en las calles, reuniones, foros y conversaciones la frase “el centro no tiene dueños”, que surge como resultado del desespero, la impotencia y el temor que muchas personas sienten por la situación de inseguridad y otros males que afectan desde hace varios años a la zona céntrica de Medellín.

Si bien es cierto que no se pueden negar las condiciones adversas que se presentan, especialmente en el centro tradicional, la verdad es que esta afirmación es errónea e injusta. El centro sí tiene dueños, así como personas y entidades que a diario trabajan para sacarlo adelante y que siga vigente como un lugar estratégico de la ciudad.

La comuna 10 con sus 17 barrios, alberga 110 mil habitantes, más de 20 mil comercios, cerca de 100 mil estudiantes, es escenario de la mayor cantidad de eventos culturales de toda la ciudad, posee la mayor riqueza patrimonial y es sede del gobierno local y departamental.

Estas cifras y razones son categóricas para demostrar que hay dolientes que le siguen apostando al presente y futuro del centro, así como lo hacen asociaciones comerciales, gremios, corporaciones cívicas como CORPOCENTRO, juntas de acción comunal y un sinnúmero de organizaciones que a diario trabajan en la búsqueda de mejores condiciones para esta zona de vital importancia para Medellín, pues lo que aquí sucede impacta directamente en el funcionamiento de toda la ciudad.

Ahora bien, las problemáticas que se presentan son tan diversas y profundas que no pueden resolverse con pocos actores. La administración es consciente de la importancia de recuperar el centro y con ayuda del P.O.T. comienzan a verse cambios, pero esto no es suficiente. La invitación es a que nos unamos a este fin con pequeñas acciones como tirar la basura en el lugar correcto, respetar los semáforos y usar solo las cebras para cruzar. Se requiere que todos nos sintamos dueños del centro, que lo cuidemos como si fuera nuestra propiedad, que protejamos la riqueza patrimonial que tiene; que nos apropiemos de sus parques, que ayudemos a hacerlo más atractivo, limpio y seguro, tareas que todos podemos hacer.

Si bien estos actos al principio pueden requerir un esfuerzo, estamos seguros que poco a poco se irán interiorizando y de que con perseverancia y compromiso harán del centro de Medellín un lugar ideal en el que todos podremos disfrutar y del que cada ciudadano, sin importar si frecuenta o no la zona, se sentirá orgullosamente dueño de un pedacito de este.